NO ESTAMOS SOLOS. Escrito va que
las firmas encuestadoras están haciendo como Chacumbele, ellas mismas se están matando. Demostramos entuertos de varias de ellas, incluyendo el escandaloso error o manipulación de Penn, Schoen & Berland al restarle un 87% de “votos”
al candidato presidencial del PRD, Miguel Vargas, para adjudicárselos a
Hipólito Mejía. Citamos un artículo del escritor Guillermo Cifuentes publicado
en acento.com que desmontó la credibilidad que pudo tener el proceso de
selección del universo del que se partió para seleccionar la muestra de la
encuesta que, según dijo su manejador Bernardo Vega, fue hecha entre finales
del pasado mes y principios del presente.
MIGUEL GUERRERO TAMBIÉN. Aunque
sin entrar en detalles, este destacado escritor acaba de publicar en El Caribe un artículo que coincide con los frecuentes cuestionamientos a las encuestas de
estos días. En la introducción de su aporte Guerrero anota que “El proselitismo y el secuestro de la opinión pública al través de su
manipulación por intereses políticos y económicos están prostituyendo el valor
de las encuestas como método de medición científico”.
Concluye:
“Incluso se dan casos de varias dando seguros ganadores, sin haberse definido
antes el panorama electoral. Como si a un año de una cita electoral, por
ejemplo, fuera posible dar un imbatible triunfador en cualquiera de las dos
vueltas. El propósito de tal práctica es evidente: condicionar la opinión
pública y sembrar en la psiquis popular la idea de un único ganador. La
manipulación en su máxima expresión artística”.
DOS PUNTOS de sospechosa
coincidencia resaltábamos de la mayoría de esas encuestas: 1) Insisten en
meterle a la gente por ojos, boca y nariz la opción reeleccionista, cuando
todos sabemos que está prohibida por la Constitución de la República; 2) Ponen
a Hipólito Mejía de punching bag al posible candidato presidencial del PLD. Da pena y verguenza que comunicadores reputados como serios, hagan ante esta escandalosa situación como los mocanos con la lluvia: la dejan caer.
LUIS ES PARTE DEL TOLLO en que
ha devenido la guerra de encuestas, pues denuncia que otras firmas sitúan a Hipólito Mejía como el puntero entre
los aspirantes del PRM para las elecciones de 2016, porque no lo quieren a él de candidato, pero él enarbola la de una firma del Cibao con unos resultados que proyectan todo lo
contrario. Es el apocalipsis de la credibilidad de las encuestadoras pues si se
hacen más o menos en el mismo tiempo, con los mismos aspirantes y más o menos con
los mismos márgenes de errores, no es posible que obtengan resultados tan discordantes, a menos que ande la manipulación al pecho.
BUENOS GUIÑOS. La campaña del
Temo tiene frecuentemente buenas picadas de ojo. Eso de que “En el PLD hay un
dirigente que se parece a Danilo, ese soy yo”, le quedó bonito. Así también que
“Juan Bó dijo que el PLD es un partido de líderes, no de un solo líder”, una
estocada mercadológica lanzada con buen impulso al León. Y puso por algún tiempo en la radio un
gingle con tremendo mambo que decía: “Con Temo, con Temo. Con Temo, con Temo”
de lo más pegajoso. Si el hombre tuviera en la competencia morada, fuera
contrincante de temer.
LA PIEDRA en el camino de Temo y los
aspirantes morados es que más allá del bulto, allante y movimiento mediáticos (como la frase cohete de que si el PLD llegaba el gobierno terminaría la crisis energética en tres meses),
las administraciones moradas no han resuelto un solo problema social, mientras se han colocado entre los gobiernos campeones en
índices de pobreza, caos del tránsito, inseguridad ciudadana, educación sin calidad, inequidad, opacidad, entre otros títulos sonoros. Un nuevo trofeo se lo acaba de colocar el Banco Mundial, al colocar a República Dominicana líder
latinoamericano y tercero mundial en exclusión crediticia formal, exuberancia retórica que se traduce en criollo: ¡Id, quisqueyanos valientes, al foso de las fieras de la usura, que prestan hasta al módico 20 por ciento diario! Vaya fulgores del progreso morado.
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