EN DESACUERDO, por completo, con
los boicots que han sido organizados en Nueva York en
contra del presidente Leonel Fernández. Se trata de acciones orquestadas que
han podido degenerar en incidentes lamentables, y que hablan feo de la forma en
que –hasta en el exterior– algunos dominicanos zanjan alegadas diferencias
políticas.
CUESTIONAMOS al
presidente Fernández, como al resto de nuestra competencia, en el campo
estrictamente político y con todo respeto. Le restregamos al ex mandatario, por
ejemplo, que desaprovechó 3 períodos de gobiernos sin resolver los
problemas estructurales que angustian al habiendo contado con enormes
capitales social, político y económico, incluso endeudando al país
más que todos los gobiernos que tuvo el país antes de sus mandatos.
QUE SU NUEVAYOL CHIQUITO, al que le
reconocemos aciertos, se intentó levantar a costa –y con agravamiento– de la enorme
deuda social contraída por las élites gobernantes con el pueblo durante décadas sobre décadas. Y le cuestionamos
también, claro, su aire petulante de creerse intelectualmente el tuerto en país de ciegos.
RECURSOS como boicotearle sus
actividades en Nueva York, igual que golpearlo al Presidente con el
invento calumnioso de que su esposa, la ex primera dama doña Margarita Cedeño
de Fernández, tenía más de 43 millones de euros en un banco de Dinamarca, son
de mala ley.
ARMAS de gente que no merece estar en el escenario político nacional, a
estas alturas. Marino Zapete, un comunicador libre de toda sospecha de
entendimiento con sectores fácticos, ha dicho que lo menos que deben hacer los
responsables de esa infamia es pedirle perdón a doña Margarita.
AL PRESIDENTE Fernández nosotros lo
cuestionamos por el pragmatismo de bajarle líneas a Luis Abinader y a Guido Gómez Mazara en La Basílica, (clickear sombreado en azul para ver video), quienes entonces eran de un partido opositor, el PRD, que se produjo el 21 de enero de 2011, y 3 meses después, en marzo de 2011, su PLD intervenir masiva y abiertamente en la convención del
PRD para imponer lo que se convertiría en la candidatura presidencial Hipólito Mejía-Luis Abinader, como parte de una estrategia para que los morados retuvieran el poder en las elecciones de 2012.
Ese el tipo de críticas
que le hacemos –siempre con todo respeto- al presidente Fernández. Pero armarle
rebuses como los que le hicieron en los nuevayores, tirarle encima claques y enardecidas ¡son recursos del milenio pasado!