jueves, 25 de septiembre de 2014

Luis subestimó a Mejía. Definen candidato PRM. Miguel, la formidable diferencia


EL ERROR ESTRATÉGICO DE LUIS. En su columna de Listín Diario de hoy, César Medina advierte que Luis Abinader podría ser víctima de los manejos de ese pragmático político que es Hipólito Mejía, quien no siendo perredeísta de raíz ni un blanco ortodoxo, tuvo la habilidad de desplazar a toda la dirigencia tradicional, convertirse en su líder –muerto Peña Gómez–, presidente de la República, candidato en 3 de las 4 últimas ocasiones y opción para 2016.
 
LA SUBESTIMACIÓN de Luis con Hipólito no es de ahora. Fue en la Convención del PRD de 2011, cuando prefirió aliarse a Hipólito para junto al PLD y parte del reformismo robarle la nominación presidencial a Miguel Vargas, que era el candidato natural del PRD para 2012. Aunque se ufana de su dominio del método de negociación de Harvard, Luis no visionó que Hipólito vino al PRD a taponar la alternabilidad y el relevo del liderazgo que debió suceder a Guzmán, Salvador, Peña y Majluta, y convertirse en el líder hegemónico, no sólo para ser presidente en un mandato, como demostró con la contrarreforma constitucional reeleccionista de 2002.  

HIPÓLITO YA VENÍA de  sacar de circulación a Hatuey, Fello, Milagros, Esquea, Abinader padre y a otros, cuando para la nominación presidencial de 2004 les armó un bembé que tuvieron que retirarse de la Convención, en la que finalmente Mejía le ganó, vaya, a un pelotero importado desde Santiago. En la gráfica se ve a Fello, Esquea y Milagros denunciando "los vicios" que los obligaban a retirarse, dijeron. 

EN VEZ DE fortalecer la sucesión del liderazgo alternativo, que encarnaba la candidatura natural de Miguel, Luis se asimiló al liderazgo continuista de Hipólito (Mejía "reforma" la Constitución para intentar reelegirse, Miguel la reforma para prohibir la reelección, la diferencia es clara). Engatusado para salir de Miguel y ser parte de una mega "fórmula" Hipólito-2012, Luis-2016, de la que todavía quedan afiches por ahí, en realidad Abinader pasó a servir a la estrategia del PLD de imponer a Hipólito de candidato para retener el poder en 2012.

HOY, si Luis hubiera actuado con buen juicio, el PRD habría ganado con su candidato natural, ya estuviera finalizando un mandato presidencial de Miguel, (o de no ganar en 2012 estuviera descartado), y Abinader Corona sería candidato único del PRD y aliados para las elecciones de 2016, y para ver a Mejía habría que ir a Cambita a jugar domino con él. 

EL RIESGO CALCULADO de Luis, cuando se propuso heredar a la dirigencia de otros líderes,  no le ha salido bien, si medimos por resultados. Tener lo que tiene de estructura, sale por un ojo y la mitad del otro. Hipólito conserva gran parte de su gente, mientras Miguel cuenta con más del 90% de diputados, alcaldes y de los dirigentes a todos los niveles.  

LA FORMIDABLE diferencia en la decantación de fuerzas verificada en el PRD, ha sido Miguel, con el que Hipólito no pudo hacer lo que le hizo a Hatuey, a Esquea, a Fello, a Milagros, a Abinader padre y ahora le está haciendo, conforme el artículo de César Medina, a Abinader hijo. La campaña del hipolitismo para desmontar a Luis está en sus buenas. Miren como lo dice Juan TH, conocido enllave de Mejía, sobre las condiciones que debe tener el conductor que necesita hoy el PRM: “fuerte, disciplinado y experimentado. No un débil y sin carácter. Yo no quiero ponerle nombre, hágalo usted”. 

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