ASÍ COMO JUAN BOLÍVAR DÍAZ no tiene ningún
derecho a incurrir en el abuso de poder que es no incluir o reducir a la mínima
expresión en su noticiario las informaciones sobre las ideas y actividades de las personas o instituciones con cuyas
posiciones políticas él no comulga, así tampoco NADIE TIENE DERECHO a
amenazarlo, y ni siquiera a molestarlo ni a él ni a otros de sus
colegas por las ideas que puedan tener sobre el negocio y la irresponsabilidad de los gobiernos y la
clase dirigente del país por la desbordada inmigración haitiana.
Tan reaccionario y retrógrada es Juan
Bolívar al favorecer sólo a sus asociados políticos, en detrimento de las ideas
de otros, como reaccionarios y retrógradas son quienes lo molesten o traten de amedrentarlo por sus ideas, sean cuales sean. Nuestra solidaridad
con el director de Prensa de Teleantillas y coordinador del Grupo de
Comunicaciones Corripio, así como con Amelia Deschamps, Huchy Lora y Roberto
Cavada, quienes han
denunciado y mostrado amenazas e intentos de intimidación en su contra.
A pesar de nuestras divergencias estrictamente políticas
con Juan Bolívar, por sus posturas parcializadas en favor de Hipólito Mejía y Luis Abinader y el PRM, y en contra del PRD, defendemos su derecho a la preservación de la integridad física y al sosiego. Para nosotros las libertades y
cualquier otra prerrogativa ciudadana nunca responderán a manejos e
interpretaciones retorcidos y caprichosos.
¡Y FEO QUE SE VEÍA BAUTA! en la TV,
amenazando al alcalde de San Cristóbal: “¡Yo te destituyo, yo te destituyo!”,
carajo, como si un funcionario electo, por más incumplidor y correligionario del mismo partido que sea, pudiera ser destituido
por un funcionario del Poder Ejecutivo. Si es que el funcionario electo se lo
gana, existen mecanismos establecidos por la Constitución y las leyes para
destutanarlo. Esto del cambalache de la institucionalidad no es fácil. Hasta gente a la que se le reputa civilidad, pierde de vista el muñeco de la separación de poderes. Así anda el cambalache. Cuánta razón tenía Danilo al afirmar que no respaldaba la
reelección de Leonel para las elecciones de 2008, por la gran debilidad
institucional del país.
¿PERDIMOS A LA PN -a propósito de San
Cristóbal- como cuerpo para preservar almas y haciendas? No se amortiguan los
sonoros ecos de las acusaciones contra oficiales, clases y alistados de la
Dirección Central Antinarcóticos de la Policía Nacional por sustracción y
venta de drogas narcóticas, cuando recibimos la noticia de que una patrulla
policial le cayó a balazos a unos jóvenes, que transitaban en
una moto. A consecuencia de los tiros uno de los jóvenes perdió un ojo,
mientras vimos en la TV a otro acompañante que le dieron balazos en la barbilla
y otro lugar del rostro. Si es para que se detengan ¿no es por las piernas u
otras partes del cuerpo, y no por las cabezas y la cara, que debían estar
dirigidos los proyectiles, si acaso fuera necesario dispararlos?
Ahí mismo, donde el alcalde soltó en banda
a su pueblo frente a los insalubres y peligrosos embates de la basura, otro agente
policial fue acusado de asesinar de un culatazo a Raymer Reynoso Emiliano, de 23 años, quien conforme
informaciones periodísticas llevaba a su esposa embarazada, Ana María Padilla,
al hospital. Ella, quien figura en la foto, resultó con múltiples
traumas al caer de la moto en que iba con su esposo. ¿Pero
qué es lo que está pasando con la PN? ¿Fue que se soltó el loco por esos predios encargados de la seguridad y el orden? ¡Santísimo!
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