martes, 17 de febrero de 2015

Mientras el PRD arranca...Habrase negociado o transado algo... Ganar-ganar y colorín colorao?

MIENTRAS EL PRD arrancó la inscribidera de candidatos congresuales y municipales, y ya eligieron a Miguel candidato presidencial,  en el PRM la posición de Fello Suberví y Ramón Alburquerque, de que para finales de marzo no hay cómo montar una convención que escoja al candidato presidencial. El problema es que ahora son abinaderistas los que han empezado a cuestionarse, aunque aún no hayan hecho pública ninguna posición. Dicen que aquel padrón de 2010 se hizo con muchísimos vaciados, y tiene macos por pipá. Vuelven con lo de las "manos espurias" que pudieran imponerles al "otro". Dicen que a menos que haya una convención pactada, en la que Hipólito respalde a Luis, no tienen nada que buscar. Los más desconfiados razonan, preguntándose ¿Después de lo que le hizo al mismo Fello, a Esquea, Milagros, a Rafael Abinader y a otros en 2003; de lo que le hizo a Miguel en 2011, Hipólito va a ir a una convención a perderla de Luis? ¿Y es fácil, se preguntan? Y menos ahora, que en los últimos engorrosos eventos lo ponen como un huevito acabado de poner, y siente que Luis le debe otra, por lo que le hizo con Eligio, su ex hijo y armador político.

¿SE NEGOCIÓ ALGO? Aunque ni especulaciones hay al respecto, no deja de llamar la atención de los que llevan anotaciones el hecho de que la reunión Danilo-Leonel duró casi dos horas, en sábado, en la tarde, y en Día del Amor y la Amistad, que suele dedicarse a la familia. Para disolver el rumor de que la faena de Quirino vino del gobierno, o para darle un espaldarazo a Leonel en señal de que la casa morada está unida, habrían bastado 15 ó 30 minutos y dar luego el golpe de prensa de Rafaelito, que iba a tener el mismo impacto. Casi 120 minutos es mucho tiempo, sobre todo para un hombre como Danilo, no muy dado a la retórica, y que en conversaciones coloquiales piensa y habla rapidísimo.


 La presencia, además, de pesos pesados no funcionarios del gobierno, como el ex vicepresidente Alburquerque y de Frankyn Almeyda, conocido estratega, del lado de Leonel; de la presidenta del Senado, Cristina Lizardo, y de Carlos Pared invitan a inferir que allí pudo negociarse al menos pudieron discutirse importantes puntos de agenda.

GANAR-GANAR…Podría ser que ambos actores transaran un juego ganar-
ganar, en el que gana Leonel, recibiendo el apoyo del peso y la favorabilidad presidencial, en lo que posiblemente sea el más difícil momento de su exitosa carrera política. No sorprende, en ese curso de pensamiento,  que no vino a ser sino después de celebrada la reunión, que Leonel se refirió al affaire que lo puso en la picota.

Y gana Danilo, despejando los rumores de que el ataque provino de agentes reeleccionistas, y jugando al policía bueno (el que consuela y pasa la mano), fino movimiento político frente al electorado morado y ante todo el pueblo. En ese juego ganar-ganar, de sí pero no, todo sigue igual que antes de la reunión: Danilo como quien no quiere la cosa dejando correr el mingo reeleccionista, y Leonel diciendo que aún no toma una decisión definitiva para lanzarse, pero con una masiva campaña de que vuelve, en versión diferente y mejorada.

¿Y COLORÍN, COLORADO, ese cuento de Quirino y la reunión Danilo-Leonel ta acabao? ¡Hummmm! Ahora en corrillos morados empieza a circular la versión de que el laborantismo por dañar al León puede que no viniera directamente de funcionarios, pero sí de un litoral que se entiende de lo más mejol con el reeleccionismo. ¿A quién aluden con ese rumor? Ah, no, no sabemos, no… pero dicen leonelistas que ese mismo litoral desempolvó y puso a circular en las redes sociales y en medios electrónicos unas viejas declaraciones en video y audio en las que Danilo cuestiona que los políticos tomen dinero de dudosa reputación, y se airea ahora como si fuera comentando el affaire Quirino. Hum...




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