jueves, 1 de enero de 2015

Cuando el PRD se consolida como alternativa al PLD, ahora es que hay mambo en el PRM . Por suerte son la triste excepción.



2015 DEFINITORIO. Tal como declaró hoy a la prensa Miguel Vargas, los 12 meses que iniciaron en el día de hoy, serán definitorios de lo que va a ocurrir en mayo de 2016. Si es por lo bien que le fue al PRD en 2014, el 2015 se proyecta aún más auspicioso para el partido blanco. Pese a todos los intentos por boicoteársela mediante acciones violentas, con interminables recursos en los tribunales o en el bombardeo mediático, el PRD concluyó exitosamente su XXX Convención Nacional, ratificando o eligiendo directiva 2014-2018 y proclamando a Miguel como su candidato presidencial. Miguel cerró 2014 recibiendo el apoyo de los directivos de un impotante movimiento de jóvenes profesionales que inicia en Santiago y se propagará en los próximos meses por las 14 provincias del Cibao. Tuvo además el presidente y candidato presidencial del PRD, además del respaldo de movimientos y figuras diversas, una excelente perfomance como presidente del comité para América Latina y el Caribe de la Internacional Socialista, organizando dos soberbias reuniones, una en Casa de Campo, La Romana, y la otra en el salón Las Américas, en la sede central de la OEA en Washington. El PRD tiene listos los motores para hacer una formidable  campaña que lo catapulte a una gran victoria municipal, congresual y por la presidencia de la República en las elecciones de 2016. 

MIENTRAS, AHORA ES QUE HAY MAMBO EN EL PRM. El nuevo año trae nuevas complicaciones para el grupo de ex dirigentes y ex figuras que abandonaron el PRD para formar el PRM, originalmente planteado como plataforma electoral de La Convergencia, pero que a estas alturas se desconoce si finalmente será formalmente constituido o si Luis se queda en su ASD e Hipólito tiene que agenciarse el nombre de otra formación para aspirar a La Ñoña en 2016, mientras la gente de izquierda, que se entusiasmó con el combo vendido por los asesores de Luis Abinader, debe estar pensando como se hacen. Está confirmado ya que los Abinader están plantados en que la ASD sólo se metamorfosea en PRM si a Luis le tercian el marbete de la candidatura. Mientras que Hipólito, que al parecer ha ganado el pleito de que la elección sea por convención, TODOS sabemos que sólo se presentaría a un certamen electivo, si está seguro de que lo gana. El cómo es lo que puede entrar en discusión, pero de que lo gana...

ENTRAN TÓ´. Es en el meandro más enrevesado de ese laberinto que parece llevar al PRM a ningún lado, que entra en escena el líder de Los Super Sabios de la Z, el ilustre Ramón Alburquerque, quien le pone fin a la discusión de cuál de Hipólito o Luis sería mejor candidato. Dice Ramón que “no way”, que ninguno debe ser: el primero porque llenaría de terror a sus partidarios, con sus conocidas demostraciones de que no puede ser amo de su silencio o esclavo de sus palabras, como magistralmente enunció Eduardo Jorge Prats al describir la forma en que Hipólito tiró por la borda la inminente victoria del PRD en 2012. Pero ocurre que al Luis el Ramón no lo deja mejor parado. Lo elogia diciendo que es un buen prospecto para el futuro, pero que para el duro torneo de 2016 no hay forma de que haga el peso de Miguel Vargas o el de Leonel Fernández, por lo que de antemano lo deja fuera de competencia. Así arranca 2015 en el PRM. No hay que ser sabio ni super sabio para saber lo que por allí viene.                                                                                           

HAY GENTE que se regusta escuchándose a sí misma y resaltando los criterios y opiniones de sus favorecidos. Por suerte se trata de muy escasas excepciones, pues la la mayoría de nuestros hacedores de opinión ofician su gran responsabilidad de actuar como celosos guardianes del derecho a la expresión de todos los sectores, lo que constituye la base de la democracia y que fuera sintetizada  en la esclarecida frase “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería hasta con mi vida tu derecho a expresarlo”.   Un antiguo programa de panel de la TV atribuía la frase a Thomas Paine, pensador y revolucionario norteamericano, considerado uno de los padres fundadores de Estados Unidos. En realidad, la poderosa frase se atribuye a la biógrafa de Voltaire, Evelyn Beatrice Hall, quien la habría  interpretado de reflexiones del gran pensador francés y personaje de la Ilustración. 
                                                                                        


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