REELECCIÓN. Parecía que el tema
de la repostulación del presidente Medina era un caso cerrado.
Pero dos hechos
recientes obligan a volver sobre él: 1) Un encuentro secreto del mandatario con
un confeso reeleccionista, figura que de muchacho tuvo de entretenimiento favorito
batir, entre grupos de familiares y amigos, una media llena de pupú para que
quedaran embarrados todos; 2) La difusión de una encuesta con (nada nuevo bajo
el sol) alto apoyo para Danilo, encuesta sacada como conejo del sombrero de un mago,
en un período en el que firmas investigadoras serias prefieren dejar pasar, para
obtener resultados más limpios de los que puede dar la gente en medio de los masivos
repartos gubernamentales y la nebulosa etílica que se forma en el país desde que
empieza a sonar el Cima Sabor Navideño.
Ya está harto demostrada la
popularidad del Presidente. Eso no hay que encuestarlo. Lo que está por verse
es si Danilo se va a desdecir, de cuando denunció que en la competencia por la
nominación presidencial del PLD para las elecciones de 2008 lo "venció el Estado", y va a convertirse con los mismos recursos de ese Estado en verdugo
de todos los aspirantes de su partido y de la oposición. Falta ver si se va a convertir
en otro político boca aguá repitiendo que “una cosa era con guitarra (en
la oposición) y otra con violín (en el gobierno)”.
DANILO CONTRA DANILO. ¿Por qué algunos no creen que Danilo
finalmente vaya a repostularse
a la reelección? Oh, por sus propias palabras: “no hubiera tenido
reparos en apoyar al presidente Leonel Fernández en sus pretensiones de lograr mantenerse en el
poder más allá de 2008, siempre que en el país existieran instituciones
fuertes, como en otras naciones, pero que la realidad nacional es completamente
diferente”, declaró Medina en Santiago al periódico Hoy el 29 de
noviembre de 2006. Mucha agua ha pasado Yaque abajo, frente a Nibaje. Pero las instituciones siguen igualitas, o han cambiado pa´ pior.
DICAN, por ejemplo. Sí, el
escándalo verificado en la Dirección Anticarcóticos de la Policía Nacional, es
un ejemplo de nuestra debilidad institucional. En esa entidad, bajo
responsabilidad directa del Poder Ejecutivo, hay un escándalo por la alegada
desaparición de droga que se puso bajo su custodia. Surgieron dudas sobre la
pertinencia de crear DICAN para
cumplir funciones que ya cubría la DNCD. Vincho Castillo, nuestro
flamante zar antidrogas, ha declarado a proceso.com.do, que no le sorprende ladenuncia, alegando que anticipó la ocurrencia de esas acciones cuando se le
consultó para la creación del organismo, y pidió profundizar las
investigaciones. Ya el inteligente y capacitado jefe de la PN, mayor general Manuel Castro Castillo, adelantó que DICAN no va a desaparecer, mientras el senador
Félix Nova pide su cierre, porque “ha sido una fuente para
enriquecer funcionarios policiales de alto rango”, según publica Listín Diario.
Veamos cómo operan las instituciones en este
peliagudo affaire.
LUIS EN EL FILO DE LA NAVAJA.
Mientras Luis Abinader se debate en su apretada competencia con un matatán como
Hipólito Mejía, su proyecto presidencial está montado en el filo de una navaja.
Los filos, como se sabe, tienen dos cantos que se oponen. Así va lo de Luis,
montado con el apoyo de grupos mediáticos que están jugando dos cabezas: La de
Luis, si Hipólito lo dejara montar el proyecto, pero también esa gente juega a
la reelección, si finalmente Danilo decide ir contra viento y marea.
Esos vientos y mareas habrán
cambiado mucho desde los tiempos en que los delfines del PPH compraron los
votos de legisladores de todos los partidos para reformar la Constitución en
2002 y abrirle paso a la repostulación de Hipólito Mejía… mientras, Luis tendrá
que hacer los mil y un malabares para correr justo en el filo de esa navaja.
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