lunes, 7 de abril de 2014

Hipólito corrige en el aire. Mal remedio para la hemorragia. Interesan los convergentes.

¡HIPÓLITO CORRIGE EN EL AIRE! Cuando ayer en San Francisco de Macorís le preguntaron a Hipólito sobre el gambito envenenado con que Juan Bolívar Díaz le abrió la partida de ajedrez que fue su artículo del domingo, de que sea el líder y no el candidato de la Convergencia, Mejía empezó a responder con el subconsciente: “Una cosa es lo que piensa Juan Bolívar...” pero en ese punto se corrigió en el aire y redondeó con palabras bonitas dichas por el consciente para no contrariar al amigo periodista. La frase del refranero que todo el criollo tiene bien enterrada, pero listo a disparar desde el subconsciente es: “Una cosa piensa el burro, y otra el que lo está aparejando”. 

SAGAZ. Es sabido que Mejía puede ser astuto como culebra. Él sabe que en la política criolla, y mundial, en tiempos preelectorales y electorales todo se mueve alrededor del candidato, y que el líder queda reducido a figura decorativa que se usa a conveniencia, si obligaren las circunstancias. Más cuando se trata de ex presidentes de la República, que según Felipe González  -quien sabe muy por qué lo dice-, devienen en jarrones chinos, que estorban doquiera que los tiran.

MAL REMEDIO PARA LA HEMORRAGIA. Bien o mal aconsejaos, y luego de que perdieron
todas sus confrontaciones a lo interno del PRD, Hipólito Mejía y Luis Abinader anunciaron al país que encabezaban una coalición de grupos para llevar candidatos y programa diferente a los del PRD, en las elecciones de 2016. Arrancaron por provincia a convencer a los perredeístas de que ellos dos son los bueyes que más jalan del PRD. Pero mientras más jalan, más dirigentes del PRD reafirman su lealtad al Jacho y dicen que los problemas que pueda tener el PRD hay que resolverlos adentro, y que quien se va del partido, fracasa.

CASCADA. En esa posición se inscriben, se están inscribiendo y continuarán inscribiéndose alcaldes, diputados, regidores, directores de distritos, vocales, y dirigentes nacionales, municipales, de frentes de masas y de seccionales del exterior. En esas circunstancias, en vez de sumar gente a la Convergencia, lo que se han visto los líderes del hipolitismo es urgidos a tratar de detener la hemorragia hacia el partido de gente que hasta hace poco los estuvieron acompañando.
  

INFORTUNIO. A esa situación, que alcanza ribetes de desesperación, se atribuyen las desafortunadas declaraciones de Hipólito, ayer en San Francisco de Macorís: “Hay quienes se montan en la patana del maridaje con Leonel Fernández y el PLD, que están condenados de antemano al fracaso”. Y de Milagros Ortiz Bosch, quien puntualizó: “A mí me interesa la gente que quiere estar en la Convergencia”, después de decir que “no importan los que se van”. Cómo se le parecen estas declaraciones de ambos a aquello de “Ganamos con Miguel, y sin Miguel”.

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