ANTES DE QUE JUAN BOLIVAR DIAZ diera
cuenta en su comentario de este domingo en Hoy que el PPH inicia su “ofensiva
final”; antes de que como parte de
la orquestación Hipólito lanzara su cortina de humo llamando “a los dirigentes
de Miguel Vargas a no abandonar el
diálogo”, y de que esa mezcla de maco con cacata que son 4 ó 5 izquierdistas-pepeachistas, mal
arropados bajo las iniciales CCD, llamara a “una gran movilización”, se
conocían detalles de lo que ha sido ciertamente urdido –cual informa Juan
Bolívar- como embestida final del PPH contra la dirección institucional del PRD.
Esa “ofensiva final” se ejecuta en tres
planos:
“OFENSIVA” LEGULEYA. Sabedor de que –como
el resto de sus querellas- no tiene fundamento, el PPH volvió el viernes al
Tribunal Superior Electoral, al mismo que ha descalificado una y mil veces por
estar “secuestrado”, esta vez a atacar la reunión del 1 de agosto del CEN del
PRD, celebrada en el coliseo Teo Cruz. Ese día no hubo dos reuniones del CEN,
como dice Juan Bolívar , pues la del club Los Prados –en la que fue convocada
una “convención para octubre”- ni el PPH osa reivindicarla. Pobre Juan, ya deja
caer hasta los flaicitos al infield, pues repite alegatos como el “CEN de Los
Prados” que ni el PPH defiende.
“OFENSIVA” DE DESCREDITO. Debidamente
AUTORIZADA por la jefatura del PPH, según se informó en una reciente reunión de
ese grupo, es la ejecución de una pretendida campaña de descrédito en contra de
Miguel Vargas en términos morales. Se atacará a Miguel como empresario privado,
cuyas actividades productivas han sido realizadas al amparo de las leyes.
Según informó al equipo que publica estas
ESPUMITAS BLANCAS un amigo del PPH, dos jefes pepehachistas del más alto nivel
visitaron el viernes a Juan Bolívar Díaz en su residencia, con quien ultimaron
todos los detalles del manejo mediático de la campaña de descrédito contra
Miguel
Esa parte del plan está diseñada para
iniciar este lunes o esta semana y según allegados a Miguel puede convertirse
en la madre de todas las derrotas del PPH y sus aliados.
AMEDRENTAMIENTO. Es el otro aspecto de la
“ofensiva final” que anuncia Juan Bolívar. Esta vertiente es del tipo amenaza y
agresión como la que el propio Juan cita en su artículo de hoy cuando dice, lo
citamos: “Seguidores de Mejía y otros sectores
asaltan la casa nacional del PRD para impedir reunión de dirigentes convocada
por Vargas. Destrozos y heridos.” La condición de asaltantes y promotores de
destrozos y heridas que atribuye Juan Bolívar al PPH, es coincidente con la
imagen construida por el diputado Rafael Vásquez, quien ayer calificaba algunas
acciones del grupo de Hipólito Mejía y Luis Abinader como propias de
“francotiradores, vuela puentes y dinamiteros”.
NO PASARAN. No es la primera vez en
la historia política que un grupo apela a las triquiñuelas leguleyeras, el
descrédito y la descalificación, y a la agresión y las amenazas para tratar de imponer
sus designios y ambiciones políticas.
JUAN BOLIVAR SABE LO QUE HAY. A Juan
Bolívar Díaz hay que creerle lo
que informa sobre la embestida final del PPH, puesto que es un actor de primer
orden en la orquestación. El licenciado Hatuey Decamps reveló recienemente que hace
unas tres semanas el destacado anchor de Uno más Uno y coordinador de los
encuentros del Grupo de Comunicaciones Corripio, lo visitó para proponerle
integrar el “frente opositor” por
el que, derrotado en el PRD, preconiza parte del PPH.
LO DEL PRD. Mientras corre la
“ofensiva final” del PPH, Miguel Vargas -en compañía de la dirección provincial
y municipal en pleno del PRD en Santiago- llamó ayer a los perredeístas de todo
el país y del exterior a participar en la convención y competir en buena lid
para que ganen quienes tengan los votos.
Garantizó que el proceso convencional
está abierto a todas las y los perredeístas, pero eso sí, “que nadie sueñe con
una convención como la de marzo de 2011, cuando a la vista de los perredeístas
y de todo el pueblo el partido de gobierno impuso al candidato perredeísta de su
conveniencia, para quedarse en el poder en las elecciones de 2012”.
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