EL DESDÉN con que el equipo de
Luis Abinader responde al anuncio de Hipólito Mejía de que se lanza el 8 de
enero, es otra quebrada del árido paisaje de las relaciones
entre los dos socios. Declarar los abinaderistas que la candidatura del ex
presidente expresaría una aspiración “desfasada”, ha sido recibida en los
predios del Guapo de Gurabo como una declaración hostil y desconsiderada,
“porque se trata de una descalificación, que no debe producirse entre aliados,
nosotros nunca hemos descalificado a Luis, y razones no faltan”, comentaba esta mañana un estratega del hipolitismo.
“LO ESTÁN SUBESTIMANDO, que se
duerman de ese lado”, terminó la conversación sostenida con varios amigos esta mañana en la
Avenida de la Salud, iniciada con los resultados de anoche del torneo de
béisbol, que deja a los dos equipos capitalinos fuera de juego hasta octubre
del año que viene.
ES VERDAD, que según la lista de
acompañantes que estuvieron con Hipólito cuando anunció su lanzamiento,
puede que no tenga la fuerza que le dieron a su proyecto presidencial cuartos bates
como Ernani Salazar, Eligio Jáquez, Rafael Calderón, César Sánchez y Miguel
Vásquez, entre otros, pero el mismo despliegue mediático que se le dio a una
noticia tantas veces publicada, revela que el ex mandatario podría recibir
el aliento de poderes fácticos que lo animen a echar el pleito.
LA FECHA. El problema es que así
como Mejía tiene su 8, los abinaderistas andan hablando del 29 de enero, para celebrar
un acto que podría dejar definitivamente rotas las relaciones. De efectuarse lo
que ya se monta, se confirmaría el vaticinio hecho por analistas de que ambos podrían figurar en las boletas presidenciales que marcarán
los electores en mayo 2016, porque a ellos sólo los unió el afán por cerrarle el paso a Miguel, pero los separa la ambición personal. Enero 29 es la fecha escogida por Luis y su Equipo de Estrategia
para darle un segundo golpe del que entienden Hipólito no levantará cabeza.
El primer golpe fue la
proclamación de la candidatura de Luis por el PHD, y el segundo será (así de
categóricos hablan), el endoso de la nominación presidencial por parte de la
Alianza Social Demócrata. Ya Luis candidato presidencial por un segundo
partido, “y pueden venir otros, si él quiere seguir en la pelea”, afirman
desafiantes los abinaderistas, a Hipólito no le queda de otra que tirar la
toalla.
EL AUDIO. Andan poniendo por
teléfono y a sonar en pequeños encuentros navideños un audio en extremo
revelador. Se oye una discusión bien acalorada, aderezada con puñetazos sobre
mesa, con el mayor dándole a entender al más joven que ha sido ingrato, pues de
su mano es que se ha convertido en figura presidenciable. Y el más joven le
riposta que su candidatura es irreversible y que el más viejo no le va a hacer
lo que le hizo a otros. Sólo ponen ese fragmento sin incluir lo que el mayor
respondió a esa estocada… ¿Quién rueda el audio? No sabemos, pero como reza la acentada inferencia de derecho e investigación criminalística, cuando se comete un crimen, en este caso se difunde un audio, Cui prodest (¿Quién se beneficia?).
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