martes, 8 de julio de 2014

LA DIVERGENCIA QUEMA LAS NAVES. CÁLCULO ARRIESGADO, SON CARA DURA. CON PEÑA NO.

LOS DIVERGENTES QUEMAN LAS NAVES. El grupo de figuras y ex dirigentes que decidió formar tienda aparte, luego de perder las batallas legal, política y por el control orgánico del PRD, finalmente acató las orientaciones de Juan Bolívar Díaz y Hugo Tolentino Dipp, sus dos principales teóricos, de romper todo tipo de vínculos con el partido blanco. Esta vez, como hacían con anterioridad en otros casos, no disputaron a la dirección institucional la celebración del 5 de julio de 1961. Ni lo mencionaron.

SORPRENDIERON. Fue tan así que alguna gente que descuida el rigor de lo que dice o escribe,  fue  sorprendida propagando que “El PRD celebra dividido el 53 aniversario de la llegada”, cuando los divergentes no celebraron la fecha.

ANOCHE EN NUEVA YORK. Anoche en la reunión que celebran los lunes los subgrupos de Hipólito y Luis las cosas quedaron bastante claras. Algunos quisieron darle la palabra a Héctor Guzmán para que dijera el discurso de juramentación de la directiva divergente en la Gran Manzana, pero Nefatalí Fuertes, que dirigía el acto, pidió que primero se cantara el himno del PRD. Ahí mismo el jefe del grupo de Luis lo calló diciéndole que ahí no se cantaría ningún himno de ningún PRD, que eso era La Convergencia.

LUIS ELUDIS PÉREZ y dirigentes del grupo que hace poco fue juramentado como directiva de los dos sub-grupos, dijeron que ellos no aceptaban eso, que son perredeístas y que van para la Convención. Nada, que no se cantó el himno del PRD pero quedaron en divergencia, y clara es la línea de quemar las naves con respecto al PRD. Héctor Guzmán hizo de americano feo. Todo confundido se paró para irse en medio de la discusión, pero terminó quedándose.

CÁLCULO ARRIESGADO. Los dos sub-grupos de Hipólito y Luis han hecho un cálculo arriesgado. Parten de que los partidos “tradicionales” están desacreditados      –con lo que tanto ese grupo ha tenido que ver en el caso del PRD–, y asumen que el descrédito que pueda corresponderle al PRD es un peso muerto con el que no quieren cargar.

SON CARA DURA. Los y las jefas divergentes son descarados. Luego de ocupar los cargos y posiciones más importantes del Estado, llevados allí por el PRD, pretenden ahora desacreditar al partido del que tanto se aprovecharon. Son la generación fallida que con 50 y 60 años sorbiendo las mejores mieles del poder que les dio el PRD, no fueron capaces de ayudar a José Francisco Peña Gómez a realizar su ideal de establecer el gobierno compartido. Su aprovechamiento, confusiones y resentimientos nunca estuvieron a la altura de la grandeza del líder.


CON PEÑA NO LES SALE. Queman las naves en el PRD, pero intentan reivindicar a Peña Gómez, como si en 1996 los Abinader no hubieran ido a las elecciones aliados a las fuerzas del Frente Patriótico que cercenaron la última oportunidad de Peña de ser Presidente, y como si con su fallido intento reeleccionista de la Constitución de 2002 (que sólo sirvió a la continuidad de Leonel), Hipólito no hubiera traicionado la reforma constitucional antireeleccionista de 1994 del sacrificio de Peña Gómez.

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