lunes, 14 de julio de 2014

¡Qué mensaje! ¡Fuíquiti! Entra Fausto. Eddy sigue desacatado...


¡QUÉ MENSAJE! Miguel Vargas afirma que las planchas unitarias votadas ayer por 130 de las 155 direcciones municipales del PRD, envían a la Nación una señal bien clara y bien fuerte de que el partido blanco es ahora una estructura coherente, unida y disciplinada. Construir consensos en 130 de un universo de 155 grupos políticos, para casi un 85%, es ciertamente un claro indicio de que alumbran buenas nuevas en el perredeísmo.

NUNCA, PERO NUNCA ANTES en el PRD, y posiblemente en ningún otro partido político del país, se habían realizado tantas elecciones simultáneas y en los distintos territorios del país. Es claro que ya se empieza a ver de qué estaba hablando Miguel Vargas cuando postulaba adecuar al partido blanco a los nuevos tiempos de cambios que recorren al mundo, a lo que tan ferozmente se opusieron quienes llevaban entre 50 años y 60 años concentrando en sus casas los cargos gubernamentales y los puestos de representación del Estado, además de los puestos de dirección del partido.    

ENTRA FAUSTO RUIZ. Por cierto que ese mensaje Miguel lo dijo esta tarde en el acto en que Fausto Ruiz, prestante vegano y dirigente nacional, pionero del municipalismo y hombre conceptuoso,  pasó a respaldar el proceso institucional que desarrolla el PRD. Recientemente Fausto había recibido a Miguel en su residencia. Pero el acto de esta tarde en la casa nacional, con cientos de dirigentes de su equipo político, fue un palo no menos largo que la celebrada convención unitaria de ayer en el DN, con Alfredo Pacheco y Alejandro Barón a la cabeza.  

¡FUÍQUITI! El nuevo sueldo del honorable alcalde del DN, don Roberto Salcedo, es de 265 mil 500 PESOS, fuere como estaba antes o agregándole los beneficios, establece un contraste sideral con el salario promedio del criollo, que anda por los 10 mil. No es que sea alto el estipendio del honorable. Es lo injustamente maldita que es la brecha entre los de arriba frente a los de abajo, y los del medio. Ese es el punto que escandaliza e irrita.

EEDDY OLIVARES, el juez de la Junta Central Electoral, sigue actuando en desafío  abierto al tribunal al que pertenece y al comedimiento que se espera de un magistrado de su investidura. Ahora coincide con reclamos de La Divergencia que lidera su dos veces compadre Hipólito Mejía. Arremete de nuevo contra la JCE porque, igual que hizo en el Congreso electivo del PLD, no supervisa la convención electiva del PRD. ¿El motivo? Que ese tipo de supervisión debe ser solicitada por las direcciones de los partidos. Lo contrario sería una fea intromisión de la JCE en la autonomía de las formaciones políticas? Eso sí que no estaría bien.

EN LA DIVISIÓN DEL PRD está explicada la conducta de don Eddy. El liderazgo del grupo divisionista estaba posesionado de la idea de que democracia es hacer lo que a cada cual le venga en ganas. Pruebas al canto. Sabiendo perdida la convención de 2011 metieron a medio PLD en la elección interna del PRD –en un hecho público y en violación a las normas establecidas.

MALAMAÑA VIEJA.  Ya antes, en 2003, advertidos de que también en aquella ocasión tenían perdida la convención, hicieron diabluras que obligaron a los demás precandidatos (Fello, Milagros, Esquea, etc.), a retirarse.  De esos datos de la realidad, tan reñidos con la conducta democrática, parece venirle a don Eddy la inspiración de sus perniciosos influjos de desacatamiento.



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