EL MAIZ DE DANILO. HIPÓLITO RESPONDE A "CONSPIRACIÓN" ETIQUETANDO A LUIS

LAS DESBORDADAS ACCIONES del crimen organizado y su brazo armado-el sicariato, podrían dañarle al presidente Medina el maíz de su alta popularidad. Dos acciones espantosas, de irrespeto total al orden y a las autoridades, el asesinato de una persona por haber testificado en un juicio contra los autores de una acción criminal, y la ejecución de dos mujeres, una de ellas posiblemente por haber sido confundida con la otra, evidencian que el crimen organizado opera como chivo sin ley, sin el menor respeto ni control del Gobierno.

LA CONSPIRACIÓN. Entre dirigentes del círculo más estrecho de Hipólito Mejía corre la versión de que hay una conspiración para sacarlo de circulación del grupo de aspirantes presidenciales para 2016. En estos días un conocido vocero hipolitista proclamó que “mejor apoyamos a Guillermo Moreno, antes de claudicar ante esta encerrona”. El grupo responsabiliza de la faena a operadores políticos de la sociedad civil, y a grupos mediáticos. En una reciente llamada telefónica a La Z, Mejía fue particularmente duro al denunciar esos “manejos mediáticos” para perjudicarlo.

JUAN BOLÍVAR DÍAZ, quien sin ambages da la cara por la estrategia que los hipolitistas llaman conspiración, dedicó uno de sus largos artículos dominicales a “razonar” por qué Hipólito debe limitarse a la condición de “líder” de La Convergencia y ceder la candidatura presidencial a una figura más joven, una forma oblicua de presentar la fórmula, pues todos saben que habla de Luis Abinader.

MEJÍA SACA DE ABAJO. Pero todos saben también que Mejía es un animal político, capaz de seguir en buena medida la estrategia delineada por sus asesores. Ante la conspiración, cuyo poder mediático entiende no le conviene enfrentar a fondo, Hipólito fintea, escurre el bulto y saca un arma que le dio excelentes resultados frente a Milagros Ortiz Bosch, a la que en 1999 sacó de competencia por la nominación presidencial mediante el recurso de etiquetarla como su vicepresidenta.

CARRITO CHOCÓN Y SUBORDINADO. Ahora Hipólito “designa” a Luis Abinader  como su delegado “para seguir las conversaciones con Vargas”,  sabiendo que su ex candidato vicepresidencial no quiere con Miguel ni los buenos días y que está involucrado hasta la coronilla en toda suerte de ataques que se urden contra el presidente del PRD. Hipólito pone a Luis a jugar el rol de carrito chocón, y al designarlo  “delegado” lo etiqueta como su subordinado –como antes hizo con  Milagros ¿le servirá de nuevo la estrategia? Veremos, ellos son blancuzcos y se entienden.