LAS TÍAS,
LOS POLÍTICOS. “Diviértete, disfruta la vida, pero nunca pierdas la cabeza,
porque entonces pierdes lo que vales”, vieja advertencia escuchada de las tías a
las jóvenes de las familias. Es lo mismo para la política y los políticos. Las ambiciones
grupales pueden llevar a las cabezas políticas a perder la
perspectiva, la visión del entorno y los devenires del mediano y largo
plazos. La tía recomendona cuida la ecología del árbol genealógico. La
cabeza política debe guiar por
encima de los continuos a que ha de sobrevivir el instrumento político.
OJO AL
CRISTO. En algunos ambientes se está moviendo cosas que al parecer cubren el interés
de diputados del PRD y del PRM de repetir en sus posiciones, lo cual es
legítimo. Se tejen formulas y se lanzan al público de manera oficiosa.
Lamentablemente, son preferidos esos escarceos mediáticos oficiosos, a desarrollan iniciativas para ganar espacios internos,
que es el curso institucional y democrático. Ya Tony Peña Guaba y Chu Vásquez,
secretarios generales del PRD y del PRM advirtieron que las iniciativas
electorales se aprueban en los organismos internos de los partidos.
En esos
movimientos hay cosas extrañas. Por ejemplo, el anuncio de que un aspirante a
alcalde del
Distrito Nacional tiene el apoyo de 66 diputados. ¿Y eso? Si sólo
se quisiera demostrar apoyo en el DN, de donde es la aspiración a la alcaldía,
no se requeriría “mostrar” un
apoyo tan “alto” de diputados, ya que entre todos los partidos en esa
demarcación sólo hay 19: 6 en la Circunscripción 1; 5, en la 2; y 8 en la 3.
Entonces, para qué hablar de 66 ó 64 diputados. ¿Acaso se promueve, en
realidad, otra cosa, que podría ser tan oscura y delicada que obligó a las
direcciones de los dos partidos, en una de los muy pocas ocasiones en que han coincidido, a dejar en claro la soberanía de sus organismos?
OTRA
LECTURA. Ese febril movimiento de ahora tiene para nosotros una lectura
adicional: diversionismo para restar fuerza al auge que se está verificando en
favor del PRD, con el flujo de sangre nueva, figuras de gran atractivo social,
sobre todo en los jóvenes y las mujeres, y la activación de toletes de dirigentes y de figuras de
gran reciedumbre moral y profesional que,
como resaltan diferentes observadores políticos, devienen en un gran
momento de fortalecimiento de la imagen del PRD.
PELIGRO
DEL PLD. El sector reeleccionista va forzando las cosas hasta un punto que
puede poner en peligro la existencia misma del PLD, como la fuerza que es al
día de hoy. Están llevando sus acciones y jugadas mediáticas a un punto en que parte
de la percepción pública asume que la imposición de la reelección de Danilo
Medina conllevaría la liquidación política del otro gran activo del partido,
que es el presidente Leonel Fernández, y viceversa: que desdeñar Danilo el
retroceso institucional de la aventura reeleccionista, dejaría
fuera del parnaso político a esa cabeza bien puesta que ha sido el hombre de
Arrollo Cano, que hasta amigos muy queridos solían considerar que a veces
lucía ´apocado´, y ha resultado gran visionario, a más del buen operador
político que siempre fue.
JUAN
BOLÍVAR AL DESNUDO, OTRA VEZ. Por cierto que comentando hoy la dilación en reunir al Comité Político
del PLD, que tanto se presiona, Juan Bolívar Díaz hizo una comparación con la crisis en el PRD y el
rol de Miguel Vargas. Dijo textualmente, Juan Bolívar: “Tu sabes, el presidente
era él, y no convocó. ¿tu sabes cuándo convocó?”, preguntó a su partner
Adalberto Grullón, “cuando los otros se fueron, esa es la historia conocida”. No,
Juan, la historia que está en los periódicos y en los archivos de los canales
de TV y en las redes sociales, contada por los medios y periodistas, es esta: Al final de un tortuoso proceso de enfrentamientos y contradicciones formalmente iniciado el 1 de junio de 2012, con acciones ilegales de un grupo de dirigentes encabezados por Hipólito Mejía y Luis Abinader, el 27 de enero de 2013 Miguel convoca una sesión del Comité Ejecutivo Nacional
del PRD, y el grupo de Hipólito y de Luis asalta, destruye y saquea la casa nacional
para impedir la reunión. El 1 de agosto de ese año, Miguel convoca de nuevo al
Comité Ejecutivo Nacional del PRD en el coliseo de boxeo Teo Cruz. El grupo de
Hipólito y Luis Abinader convoca y realiza una reunión paralela en el club Los
Prados. Y después de ese
momento es que “los otros se fueron”. Esos, datos, fechas, hechos, son la historia que está en la prensa, sólo hay que activar los motores de búsqueda de los periódicos, los canales y los de Google, para verlos.
Algunos
amigos entienden que le dedicamos mucha atención a Juan Bolívar. Otros jóvenes
comunicadores, que fueron sus alumnos y alumnas nos reconocen que le ganamos
cada vez el debate de la verdad, pero que debemos dejarlo tranquilo por el
buen nombre y los aportes que hizo en el pasado a la comunicación social. Pero
¿se puede asistir en silencio a tal abuso contra la objetividad periodística?
¿Se debe pasar por alto tan alucinante pretensión de distorsionar la historia?
Lo dejamos de tarea, mientras Juan queda otra vez en cueros, desnudo en su obcecada parcialidad al comentar los hechos que condujeron y llevaron al desenlace entre el PRD y "los que se fueron".
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